Pinsería Perbacco: un soplo de aire napolitano en Pontevedra

Gaia Source y el Pinsero Sergio Mangioru. Foto: La Voz de Galicia

Por Luis Domenech

Pocos platos de la cocina internacional están tan extendidos por el mundo como la pizza, pues creo que no hay en el planeta país en el que no exista un pizzero, pero hay lugares en el que la pizza, fuera de Italia, ha adquirido una presencia destacada. Uno de ellos es la ciudad de Pontevedra, una ciudad norteña española en que recalaron buena parte de ciudadanos italianos, especialmente napolitanos, que montaron sus negocios en la ciudad: bien sea heladerías italianas (que son especiales), trattorías (que son especiales) o pizzerías que también lo son.

Una de estas últimas la conocimos hace un par de días, y fue todo un descubrimiento. Se trata de la Pinsería Italiana Perbacco. En su carta de pizzas nos encontramos con 10 variedades: Margheritta, Calabresse, Crudaiola, Prosciutto&Funghi, Parmigiana, Del Contadino, Perbacco, Bologna, Campania, Toscana, Tirolese y Ligure, vamos, un repaso por las diferentes regiones de Italia, a las que añaden una mas en honor a la tierra gallega: la Pizza Galega  que como no, lleva pulpo como ingrediente principal.

Pizzerías, por supuesto que hay un montón, pero la mayoría de las veces se tratan mas bien de sucedáneos procedentes de franquicias que poco tienen que ver con lo que es una pizza napolitana de verdad. Es mas: yo diría que una pizza napolitana solo puede salir de las manos de un napolitano o de alguien que haya mamado de la cocina napolitana "in situ", aprendiendo de modo tradicional, es decir, por transmisión generacional.

Un poco de historia

Muy pocos saben que la pizza tal y como la conocemos hoy —una base de masa horneada con salsa de tomate, queso y otros ingredientes— se originó en Nápoles, Italia, durante el siglo XVIII, aunque sus raíces son mucho más antiguas, pues otros pueblos tenían platos muy parecidos, como los griegos y su plakous, una especie de pan plano con hierbas, aceite y queso, o los romanos y su focaccia, un pan plano con aceite y hierbas.

Pero fue en Nápoles, en el sur de Italia, donde la pizza moderna tomó forma a finales del siglo XVIII y principios del XIX. En esa época, Nápoles era una ciudad densamente poblada, con muchos trabajadores pobres que necesitaban comida rápida, barata y nutritiva.

Los vendedores callejeros comenzaron a ofrecer masas planas horneadas con tomate, ajo, aceite de oliva y, añadiéndole posteriormente el queso. El tomate, traído de América, fue clave: al principio era un alimento no muy conocido en Europa, pero en el sur de Italia se aceptó rápidamente, siendo en esta ciudad donde la preparación de su salsa adquirió gran fama por su sabor especial. 

Una de las historias más famosas sobre el origen de la pizza moderna es la de la Pizza Margherita, creada en 1889 por el pizzaiolo Raffaele Esposito. Se dice que preparó una pizza en honor a la reina Margarita de Saboya, usando ingredientes que representaban la bandera italiana: el Tomate (rojo), la Mozzarella (blanco), y la Albahaca (verde), un sencillo plato cuya receta ayudó a elevar la pizza de comida popular a símbolo nacional, y a expandirla por el resto del mundo, gracias a la migración de italianos, especialmente a América Latina y Norteamérica, convirtiendo la pizza en un alimento global, con innumerables variaciones, pero cuya cuna indiscutible es Nápoles.

A que debe su éxito la pizza

La razón es simple: a la sencillez de la receta, a la facilidad en su preparación y a su bajo coste, pero el éxito del plato también se debe a los trucos de los pizzeros que son capaces de lograr resultados sorprendentes con este plato tan simple y sencillo. El truco está en la elaboración de la masa, en la preparación de la salsa de tomate, y en la calidad del queso, especialmente de la Mozzarella di Búfala Campana (D.O.P.), un queso de origen medieval, o la reciente Burrata procedente de Apulia, dos quesos únicos: el primero elaborado a partir de la leche de búfalas italianas, mientras que la burrata está elaborada a partir de la leche de vaca.

Hablemos de los quesos

Quizás es el ingrediente mas importante de la pizza, el que le da la textura al relleno, y es uno de los elementos más diferenciales, pues se utilizan tanto la mozzarella como la burrata. 

Mozzarella di Búfala

La mozzarella es blanda, firme y elástica por fuera, y al clavarle el cuchillo desprenderá un poco del suero blanquecino lleno de aromas de la fermentación. Por dentro, una vez superada la estructura lisa y resbaladiza del exterior y la inicial rebeldía al corte, hallaremos una textura ligeramente gomosa y granulosa, con un pequeño corazón más cremoso. La mozzarella de búfala será siempre más amable en textura, más blanda y menos chiclosa que la de vaca. Si horneamos la mozzarella, su textura se transforma por completo: el queso se funde y, mientras está caliente, recupera su estructura en hilos que se estiran interminablemente, y son los mismos que se han sometido previamente a filatura para componer las bolas de queso fresco.

Burrata

Por contra, la burrata guarda las formas de mozzarella por fuera, pero dentro es un pequeño volcán de lava blanca y fría, que al cortar el queso por la mitad, tiende a extenderse lentamente por el plato. Es parte de su encanto, su incontinencia, su implacable necesidad de derrumbarse y desalojar la deliciosa stracciatella, mezcla de mozzarella hilada con nata. Ojo que cuando se contempla el desparrame de la burrata, algunas se abren como piñatas que guardan un líquido lácteo que embadurna el plato al instante. En la burrata italiana esto no debe de pasar, porque la mezcla de hilos de queso con nata es gruesa, no ligera, y es consistente, no dispar. Así que no se trata tanto de buscar un desparrame a lo grande e inmediato, sino una dispersión lenta del tesoro bien escondido en el saquito de la burrata.

Ahora hablemos de la salsa de tomate 

La salsa de tomate para las pizzas es conocida por el nombre de "Sugo di pomodoro alla napoletana", es decir, salsa de tomate al estilo napolitano. El secreto de su éxito es precisamente su ingrediente principal. Un tomate lleno de sabor que se cuece hasta que se funde y concentra sabores. En Nápoles se suele utilizar la variedad de tomate San Marzano, cultivado alrededor del Vesubio, fresco, pero sobre todo preparado para almacenar en conserva para disfrutarlo todo el año, una preparación que es tradicional en las casas allá por el final del verano, que es cuando el tomate está mas maduro.

Il Sugo de Pomodoro alla Napoletana

Para elaborarla, lo primero que hay que decir es que esta salsa NO lleva cebolla. El no usarla le confiere un sabor más intenso, que es lo que más gusta de esta elaboración, pero como contrapartida, también queda con un punto de acidez, que es un atributo positivo, y que con casi total seguridad habrá que corregir al final añadiéndole un punto de azúcar si es necesario. Como ventaja añadida, decir que es la salsa de tomate perfecta para prepararla para toda la familia, y no solo para las pizzas, sino para añadir a las pastas, otro plato de la cocina tradicional italiana.


Fuera de Italia, solo se puede disponer de una salsa de tomate hecha con la variedad San Marzano si se adquiere la procedente de una conservera italiana como la que se puede ver justo encima de este párrafo.

Ingredientes de la salsa napolitana para 4 personas

  • 2 o 3 dientes de ajo
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 800 g de tomate en conserva (variedad San Marzano de preferencia)
  • Pimienta negra molida (opcional)
  • Sal
  • Azúcar o bicarbonato sódico (opcional)
  • Albahaca fresca

 Y finalmente hablemos de la masa

La pizza, es un producto típico de la tradición culinaria napolitana, y es algo serio, pues es el símbolo de la cocina italiana por excelencia que encierra todo un mundo de secretos, pasos y esperas que se asemejan en todo a la creación de una obra de arte, porque la pizza  en Nápoles se toma en serio siempre, y es una obra maestra del arte popular incluso cuando se busca la receta más simple para prepararla. Cada paso en la preparación de la pizza es fundamental, desde el amasado hasta los tiempos de levitación o reposo de la masa, pasando por la elección de los ingredientes para condimentarla. 

Una masa preparada para su extensión

Para preparar la pizza casera, incluso en una bandeja en un horno doméstico, lo primero es elegir las mejores harinas para preparar la masa a la manera de un profesional. Esta es una fase muy importante: la elección de la harina condicionará la estensibilidad de la masa, la manipulación del amasado, su consistencia, la cocción de la pizza y en boca su sabor y su textura.

Agua natural potable, sal, levadura y harina es todo lo que se necesita para una buena masa para pizza. La harina para pizza puede ser:

  • Harina 00, obtenida mediante la molienda de semillas de trigo tierno, indicada para cualquier tipo de preparación tanto dulce como salada.
  • Harina de trigo tierno: es la harina clásica con gránulos pequeños fácilmente refinables que se usa en la cocina, un producto especialmente adecuado para la panificación obtenido de la molienda y posterior cribado del grano de trigo ("Triticum aestium") libre de impurezas y sustancias externas. La diferencia entre la harina de trigo tierno y la harina de trigo duro radica, básicamente, en el contenido proteico (ligeramente superior en el trigo duro) y en la extensibilidad de la masa (mejor en el caso del trigo tierno). Por estas razones, la harina de trigo tierno es perfecta para la preparación de productos horneados, como precisamente la pizza y el pan.
  • Mezclar las harinas: es posible preparar la masa para pizza mezclando diferentes tipos de harina (harina integral o de cereales) teniendo en cuenta que la harina integral requiere tiempos de levitación más largos, al ser rica en fibras y nutrientes. 

La masa de la Pinsería Perbacco! lleva harina de trigo, soja y arroz y es un poco más ligera que la normal.

Ya tenemos la masa hecha. Ahora hay que dejar que el tiempo le de la forma definitiva: es la fase de levitación de la masa de pizza que es fundamental, y varía según el tipo de manipulación: si has preparado la masa de pizza a mano, después de hacer los panecillos de masa deberás cubrirlos con un paño de algodón limpio y dejarlos reposar durante 6-8 horas (la harina integral requiere más tiempo) a temperatura media, protegidos de corrientes de aire. La masa de pizza preparada con batidora o en amasadora, por otro lado, debe reposar durante 2 horas sobre una mesa de trabajo, cubierta con un paño para evitar la formación de una costra en la superficie. Cuanto más largo sea el tiempo de levitación de la masa, más digestible será la pizza. Despues vendrá el estirado para situarla en la base y añadirle el tomate y los demás ingredientes, y al horno, que si es de leña, mucho mejor.

A la hora de degustarla,  La verdadera pizza napolitana debe ser suave, elástica, fácilmente plegable en libro: no es casualidad que en Nápoles se coma la pizza después de doblarla por la mitad. Una costumbre comprensible: para muchos, de hecho, solo hay una forma de degustar la pizza y apreciarla de verdad, una vez horneada, en los 4 minutos siguientes a la cocción, habiendo sido preparada con una combinación perfecta de masa fina y corteza alta. 

Y el resto de los ingredientes

Es importante destacar que, en términos generales, la pizza napolitana lleva pocos y sencillos ingredientes que realzan el sabor del plato según gustos y zonas: la salsa de tomate San Marzano, la mozzarella di bufala campana y, opcionalmente,  como en el caso de la Margherita, la albahaca fresca, es un clásico. A veces se añade un hilo de aceite de oliva virgen extra. A partir de aquí, la lista de ingredientes para añadir a una pizza es interminable: carnes, prosciutos curados o cocidos, setas, atún, vegetales, etc.

Finalizamos repasando la degustacion 

Me desplacé a Pontevedra con la familia para dar una vuelta por la ciudad que estaba en fiestas, y de paso a disfrutar de una cena italiana con la pizza napolitana como razón de ser. Pedimos varias pizzas para compartir:

Ligure: tomate mutti, pesto fresco, un toque de nata, mozzarella fiordilatte, tomatitos cherry asados, burrata fresca y nueces (Sin foto).

Presciutto&Funghi: tomate, mozarella foirdilatte, prosciuto cocido, champiñones, albahaca y AOVE

Gallega: Tomate, mozarella foirdilatte, queso asiago, pulpo, albahaca, pimentón y AOVE


Bologna: mozarella fiordilatte,  mortadela bolognese selección Negrini, burrata,  granella de pistecho de Bronte y AOVE.

Perbacco: Tomate, mozzarella fiordilatte, paleta de bellota, albahaca y AOVE

Margherita: Tomate, mozzarella fiordilatte, albahaca, AOVE

En boca: una masa ligera, crocante y sabrosa, con la salsa de tomate con el punto justo de acidez, una mozzarella que se estira y estira hasta quedar como un hilo de seda, y unos ingredientes de origen local en su mayoría que le dan ese gusto que quien estuvo en Nápoles y se zampó una pizza en esa ciudaad, seguro que recuerda así hubieran pasado un buen montón de años. 

En resumen: Perbacco es una pisería altamente recomendable, para disfrutar de un plato que tiene el sabor de la ciudad en la que nació: Nápoles.


La Pinsería Perbacco! está ubicada en el Pasaxe de San Barlolomé 1. Pontevedra

Teléfono: +34 623 983 895

 

La guía Michelín: la Biblia elitista y sesgada de la alta cocina

 Guía Michelin


Escapar del fenómeno Michelín es cada vez más difícil. Párate a pensar cuántos restaurantes con estrella te ha mencionado tu amigo el foodie o con cuántos te has topado en Instagram o en la televisión. Seguramente te habrás cruzado con nombres como DiverXO, Arzak, Aponiente, Can Roca, Atrio o ABaC. Ahora piensa a cuántos de ellos has ido: probablemente ninguno.

La guía Michelín es una herramienta de marketing de una empresa de neumáticos que, desde su primera edición en 1900, ha conseguido redefinir las reglas del buen comer y amasar una influencia global. Programas como MasterChef, la reconversión de los cocineros en estrellas de rock y un impacto mediático desproporcionado han disfrazado de fenómeno popular una selección dirigida desde sus orígenes a una élite rica y cosmopolita.

Aunque Michelín no comparte su base de datos, la información extraída de su propia web y analizada por El Orden Mundial así lo confirma: las estrellas se concentran en los centros financieros globales, como Tokio, París, Londres, Nueva York o Hong Kong, mientras ignoran gastronomías aclamadas por su tradición y calidad como la de Perú, India o hasta hace muy poco México. Asimismo, las más de 4.300 distinciones premian casi en exclusiva la labor de cocineros hombres y blancos en un ejercicio de soft power francés —el país galo acapara el 18% de las estrellas— en el que España desciende hasta la quinta plaza.

De los neumáticos a la alta cocina

“¿Cuánta gente se compra un vestido de Chanel? Gastronomía va unida a dinero, no hay que ser naíf”. A Julia Pérez, periodista gastronómica y fundadora del portal GastroActitud, no le sorprenden los sesgos de la guía Michelín, pero es especialmente crítica con su metodología: “No tienen ningún criterio. Los inspectores son técnicos en turismo, no suelen saber cocinar y hacen aguas con la cocina contemporánea”.

Final de Masterchef 3 en 2015, con los chefs Michelín Ferran Adrià, Joan Roca y Andoni Luis Aduriz. Fuente: RTVE

En su opinión, la culpa del éxito de la famosa publicación la tiene el ego de los cocineros y la incultura gastronómica. “La gente se fía demasiado de una guía para viajeros que en origen quiere ayudar a vender neumáticos. Es una herramienta de marketing”, afirma. En efecto, con el cambio de siglo, los hermanos Michelín decidieron que su empresa fundada en 1889 en Clermont-Ferrand, en el centro de Francia, necesitaba un empujón. Los coches eran aún una rareza —y un lujo— en las carreteras europeas, pero idearon una guía de viaje con recomendaciones de restaurantes para incentivar el uso y la demanda de neumáticos.

Así nació la guía Michelín, que en la década de 1930 incorporó el sistema de estrellas aún vigente: una significa que el restaurante merece un alto en el camino, dos un desvío y tres un viaje a propósito. Poco a poco, la recopilación fue incorporando países y dibujando su propio mapa de la élite gastronómica global a la vez que se convertía en la gran referencia del sector. Esa autoridad contrasta a día de hoy con su limitada cobertura: 42 países repartidos principalmente por Europa, Norteamérica y el sudeste asiático, en muchos casos representados únicamente por dos o tres ciudades, es una muestra discreta para una publicación que presume de ser el “baremo internacional” de la gastronomía.

En la lista no aparece ningún país africano y, hasta hace muy poco, tan sólo dos de Latinoamérica: Brasil y Argentina. Ahora también figura México, una de las cuatro cocinas consideradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco y ausente hasta este mismo mes de mayo pese a recibir la distinción de Naciones Unidas en 2010. Eso no quiere decir, claro, que las recetas de los países excluidos no cuenten con ninguna estrella, sólo que hay que cambiar de continente para encontrarlas: la guía Michelín ha premiado seis restaurantes con cocineros africanos al frente, pero están en Londres y Francia.

En cuanto al ranking de estrellas por países, España aparece en un discreto quinto puesto, por detrás de Alemania y no muy lejos de Estados Unidos, menos conocidos por su gastronomía. Mientras, Francia, Japón e Italia arrasan.

Según la empresa francesa, para otorgar las estrellas se tienen en cuenta cinco aspectos: la calidad de los ingredientes, las técnicas empleadas, la combinación de sabores, la personalidad de los platos y la consistencia entre visitas. Ni la relación calidad-precio, ni la decoración, ni el trato recibido figuran en principio en esa lista.

La directora de comunicación de Michelín España y Portugal, Mónica Rius, explica a El Orden Mundial que la marca persigue “la excelencia y la homogeneidad” en su selección. Sin embargo, buena parte de la mística de la guía reside en sus famosos inspectores: críticos anónimos que visitan los restaurantes y emiten una valoración personal y subjetiva. Michelín sostiene que puntúa 40.000 establecimientos —de los cuales 3.538 tienen estrella— y que todos los restaurantes premiados son visitados más de una vez al año por inspectores diferentes. Por comparar, sólo en España hay casi 280.000 bares y restaurantes.


Poder blando francés

Mise en place, petit fours, chef o terroir. La alta cocina habla francés y la guía Michelín no es una excepción. Al contrario: se ha convertido en una herramienta de poder blando de Francia. En ella el país no sólo ocupa el trono gastronómico mundial —ostenta 774 estrellas, un 58% más que el segundo clasificado, Japón—, sino que también la utiliza para proyectar su forma de entender la cocina y reforzar su papel como guardián de los estándares culinarios.

Tanto el restaurante como las técnicas de cocina modernas son invención de los franceses. Esto, unido al imperialismo con el que Francia impuso su cultura y gastronomía a sus colonias en África, Asia y América, extendió la idea de que la cocina francesa era más refinada y superior al resto. Aunque la guía Michelín se ha internacionalizado, hoy ese criterio sigue primando. Desde una mirada francesa, la cocina europea es lujo e innovación, mientras que la asiática puede permitirse ser humilde siempre que sea exótica.

Ejemplo de ello son los puestos callejeros de Hill Street Tai Hwa Pork Noodle, en Singapur, y Jay Fai, en Bangkok. Dos establecimientos informales, ruidosos y pertrechados con los característicos taburetes de plástico del sudeste asiático que sin embargo cuentan con una estrella Michelín gracias a unos fideos con carne y una tortilla de cangrejo.

                 Jay Fai, el puesto callejero con estrella Michelín en Bangkok. Fuente: Flickr

La gran excepción es Japón. La nouvelle cuisine de los años sesenta, en su transición desde una cocina tradicionalmente recargada, pesada y con abundancia de salsas hacia una versión más ligera y refinada, se inspiró en la gastronomía japonesa. Platos sencillos pero muy estéticos que buscan resaltar los ingredientes, como el sushi o el kaiseki, han influido mucho en la cocina francesa. Por eso no es de extrañar que Japón sea el segundo país con más estrellas.

Mónica Rius, la directora de comunicación de Michelín, considera que “los criterios son lo suficientemente abiertos como para evaluar todo tipo de comidas y restaurantes sin sesgos culturales”. A su juicio, las estrellas a puestos callejeros reconocen “tradiciones sociales y culturales” del sudeste asiático y guardan relación con otros lugares tradicionales premiados como “bares de tapas en España, pubs en Reino Unido, bistrós en Francia o pizzerías en Italia”.

Si descendemos en el ranking internacional, también llama la atención Estados Unidos, el sexto país más reconocido, o Reino Unido, el octavo. Con gastronomías con mala prensa en la alta cocina europea, son datos que podrían sorprender. Y en efecto, hay truco: sus estrellas no están repartidas por todo el territorio, sino que se concentran en Londres y Nueva York.

Tokio, París, Kioto, Hong Kong, Singapur o Pekín son otros de los grandes centros financieros y de negocios que capitanean la lista de ciudades con más estrellas. Si bien hay países como Francia o España con una distribución territorial más equilibrada, existe una tendencia a la concentración en las ciudades ricas. En ellas están tanto la capacidad de inversión en un restaurante de lujo como el público de alto poder adquisitivo que demanda y puede permitirse un menú degustación. Londres, por ejemplo, acoge hasta el 43% de los locales británicos con estrella.

La oferta culinaria en esa red de ciudades cosmopolitas no tiene por qué estar dirigida a sus habitantes ni honrar la tradición gastronómica de su entorno. Esto resulta muy atractivo para capitales o países que aspiran a ganar ese tipo de influencia pero tienen una cocina más desconocida a nivel internacional, como Emiratos Árabes Unidos, que suma hasta 21 reconocimientos, la mayoría a restaurantes italianos, franceses, chinos o hindúes.

Asimismo, Michelín ha llegado a priorizar su propio interés empresarial sobre el criterio gastronómico. La expansión asiática de la guía forma parte de un esfuerzo de la compañía francesa, según aseguró su ex director financiero, por abrir nuevas vías de negocio —tres cuartas partes de sus ingresos proceden de Europa y Norteamérica— y mejorar su imagen en Asia para competir contra los fabricantes de neumáticos chinos. Tras las guías de Macao y Hong Kong en 2009, en 2018 llegaron las de Taipéi y Bangkok.

También hay decisiones llamativas a nivel nacional. En España, cinco restaurantes de Jaén se han hecho con la estrella en apenas cinco años a pesar de que la ciudad no cuenta con ningún hotel de cinco estrellas ni es un centro turístico importante, dos características que suelen ir de la mano con el distintivo Michelín. Frente a ello, durante los últimos siete años la Diputación jienense ha patrocinado la gala de la guía en España y Portugal, celebrada siempre fuera de la provincia. La propia publicación ha reconocido que sin este tipo de patrocinios —Corea del Sur pagó 1,8 millones de dólares y Tailandia 4,4 millones para aparecer en la guía— no podría seguir existiendo.

             Gala Michelín España y Portugal de 2023, celebrada en Barcelona. Fuente: Flickr

¿Una guía para comensales o para chefs?

El carácter afrancesado y elitista de Michelín se traduce además en una sobrerrepresentación de hombres blancos al frente de los restaurantes galardonados. Las mujeres apenas suponen el 6% de los cocineros a cargo de una cocina premiada —en España, el 10%—, mientras que en Estados Unidos la primera estrella a un restaurante con un chef negro a los mandos no llegó hasta el año 2022.

Michelín, mientras tanto, descarta aplicar “ningún tipo de cuota o número establecido”, y prefiere orientar la pregunta a “por qué no hay más restaurantes excelentes a nivel mundial gestionados o liderados por mujeres o personas de otras culturas”.

“Nosotras sostenemos la gastronomía, pero no figuramos en ese extracto final”, clama al respecto Lucía Freitas, que dirige el restaurante con estrella Michelín A Tafona, en Santiago de Compostela, donde intenta “forzar” que toda su plantilla sean mujeres. Alude a una falta de autovaloración, un “impasse en el que ellos suben y nosotras nos quedamos, aunque lleguen a las escuelas sin saber freír un huevo”, pero también al “maltrato psicológico” y la ausencia de oportunidades.

Ella misma asegura no haberse sentido madre hasta la pandemia tras años de crianza: “La alta cocina está planteada para trabajar dieciséis horas al día”. “Iba al mercado a las ocho de la mañana y volvía a casa a la una y pico de la madrugada”, cuenta Freitas ahora con más calma gracias al empujón de Michelín, que le ha permitido ampliar la plantilla.

En su caso, el reconocimiento reforzó su apuesta y le trajo un público al que le costaba llegar:  “De no ser por la estrella yo no estaría aquí”, asegura. Pero entrar en ese circuito no es una buena noticia para todo el mundo. La exigencia es tal que hay incluso dos chefs con cocinas premiadas que se han quitado la vida por la presión laboral: Benoit Violier en 2003 y Bernard Loiseau en 2016.

Renunciar al galardón es técnicamente imposible, pero sí se pierde si el restaurante cierra o cambia de nombre. Es lo que hizo Samy Alí, que en 2018 clausuró su proyecto con estrella en Madrid, La Candela Restó, para abrir un puesto en el mercado de Antón Martín: “No quería estar siempre en la cresta de la ola, tener que buscar constantemente. Yo quería un camino más austero, diferente, contrario y propio”. Su nueva apuesta, Doppelgänger, atrae a 200 personas al mes. “Esa es la opinión real, más democrática”, dice, para recordar a continuación que la guía Michelín es “la opinión de muy poca gente”.

              Doppelgänger, en el mercado de Antón Martín de Madrid. Fuente: Doppelgänger

Para la periodista gastronómica Julia Pérez, sin embargo, el caso de Alí es excepcional. Desde su punto de vista, son los propios cocineros los que dan “autoridad” a la selección de la empresa francesa. “Cuando un premio se acaba convirtiendo en un objetivo, algo estás haciendo mal. La obsesión es tal que hay cocineros que se meten en inversiones brutales, y muchos las pasan canutas”, argumenta.

Al fin y al cabo, la guía Michelín ha sido durante mucho tiempo la única referencia a nivel internacional para comparar entre tradiciones culinarias muy diferentes entre sí. Pero le han salido competidores que están atacando sus debilidades. Es el caso de la guía Repsol, una iniciativa de la empresa petrolera que desde 1979 imita el modelo Michelín pero limitado a la península ibérica, con más premios —en España ha concedido “soles” a 744 restaurantes, frente a los 269 con estrellas Michelín— y más aspectos en cuenta aparte de la comida, como el servicio o el precio.

En la misma línea se sitúa la lista británica The World’s 50 Best Restaurants, que cada año elige los cincuenta mejores establecimientos del mundo aplicando un criterio homogéneo y transversal. Según la publicación, el mejor local del planeta es Central, en Perú, un país que ni siquiera aparece en la guía francesa. El imperio Michelín, si bien goza de una trayectoria única y una reputación inigualable, corre el riesgo de quedar atrapado en su propio universo de lujo y privilegios.

El artículo original se puede leer en EOM

 

 

Ocho vinos logran los 100 puntos en la Guía Peñín 2026

 

 Vinos


Guía Peñín hace públicas las puntuaciones de todos los vinos que entrarán a formar parte de la Guía Peñín 2026 para todos los usuarios premium. Este año el equipo de cata ha realizado más 9.800 valoraciones de los nuevos vinos y cosechas que entrarán a formar parte de los lineales de vino español tanto en nuestro país como en el extranjero.

La Guía Peñín es el manual de vinos españoles más completo del mundo, con catas y puntuaciones de vinos de cerca de dos mil bodegas. Este año, ocho vinos han logrado la máxima calificación posible: 100 puntos Peñín, consolidándose como los mejores exponentes del panorama vinícola español.

Además, 441 vinos han alcanzado el Podio al colocarse entre los 95 y 100 puntos, lo que supone un Podio excepcionalmente poblado en un año en que la calidad del vino español ha sido especialmente brillante.

Las puntuaciones de este año nos ofrecen una visión plural y diversa de las diferentes formas de alcanzar el éxito, con vinos de muy diversos estilos. Los catadores de la guía destacan este año que “el concepto de terruño, tan defendido en el mundo del vino y tan maleable si lo observamos con cierta perspectiva, se ha centrado en lo autóctono”. “Ya no hay zonas que quieran ser como otras, sino que cada una busca su diferenciación con el resto”.

Jerez - Manzanilla Sanlúcar de Barrameda, con una puntuación media de 93,16, ha sido la Denominación de Origen con mayor puntuación media del año, seguida de Montilla – Moriles con 92,11 y VC Cebreros con 92,06.

Desde hoy, ya se pueden consultar todos estos nuevos vinos y realizar todo tipo de búsquedas cruzadas, filtrando por criterios básicos como bodega, denominación de origen, puntuación, variedades o, incluso precio.

El manual de la Guía Peñín 2026 llegará a las librerías de toda España en su formato tradicional durante el mes de octubre y será a lo largo de noviembre cuando esté disponible también en sus versiones en inglés y alemán.

La excelencia del vino español en ocho etiquetas

Castillo Ygay 2012

Castillo Ygay 2012 T GR. Marqués de Murrieta. RIOJA

Esta añada 2022 deslumbró en la Recata por su finura y complejidad, sacando todo su poderío regional y su gran capacidad de guarda. Es la demostración de que también los vinos clásicos pueden ser reinventados en el camino a la excelencia. 

La marca Castillo de Ygay, recuperada por Vicente Cebrián, ha sido una apuesta personal de Vicente con la que poder reinventar el clásico riojano. Para ello cruzó su camino con la enóloga María Vargas, uno de esos momentos cruciales que marcan el éxito de un proyecto. Este vino guarda todo lo que se puede esperar de un Gran Reserva, con su riqueza de matices terciarios, pero lo hace sin abandonar los matices más de territorio, de sus varietales y de la identidad del gran chateau riojano de donde procede.

 

Artuke La Condenada 2023

La Condenada 2023 ha sido la mejor representación de la frescura riojana a través del tempranillo. Es un vino que trasciende sus fronteras más locales, en su caso una pequeña parcela de suelos arenosos ubicada en Baños del Ebro.

Se trata del mayor exponente de la expresión frutal del tempranillo, no sólo en Rioja, de donde es originario, sino en toda España. Este vino de gran carga frutal es muy nítido, complejo y sobre todo muy fresco, a pesar de venir de una 2023 con fuertes golpes de calor. Se trata de un vino que llegó pronto a la Recata con un 100 absoluto por todos los catadores y que igualmente fue revalorado junto a los más puntuados, manteniendo su indiscutible posición entre los más grandes del año.

Alabaster 2022

Durante muchos años Alabaster ha sido uno de los mejores representantes del vino de Toro de altos vuelos y no sólo eso, sino también de los grandes vinos de España.  Hoy que la tendencia va hacia vinos menos estructurados se erige este ejemplar para reivindicar la atronadora fortaleza de la tinta de toro. Un vino redondo y potente, pero con mucha frescura, sapidez y mineralidad. Marcos Eguren es uno de los grandes enólogos de nuestro país, una persona que entiende la relevancia del viñedo y que trabaja con honestidad y mucho conocimiento las viñas que tiene en su haber. 

Este 100 puntos ha llegado aquí por una cuestión evolutiva, la del vino a lo largo de sus cosechas y también la nuestra, en la comprensión de que la tinta de toro, con su fuerza y contundencia también tiene cabida entre los grandes vinos de España de hoy.

Amontillado Tradición

No todos los productores de Jerez son capaces de imprimir el concepto de elegancia en los vinos más longevos de sus casas. Este amontillado tradición VORS, es un vino viejísimo y no por ello estridente ni “doloroso” en boca. Es un vino muy complejo, con el concepto de historia bien marcado en sus aromas y sabores, como todo gran vino jerezano. Conmueve su gran elegancia, a la que llega domesticando con finura todo el poderío y la concentración de estos vinos. Bodegas Tradición es una bodega dedicada exclusivamente a la crianza de vinos muy viejos. Todos ellos tienen esta elegancia como variable en común, algo francamente difícil de conseguir. Este amontillado muestra todo lo grande de la crianza biológica y la oxidativa.

Tío Pepe Cuatro Palmas

Desde su nacimiento, la línea de Palmas de González Byass ha supuesto no sólo un ejercicio en la compresión del viaje que inicia un vino de crianza biológica en su relación con el paso del tiempo y en su paulatina oxidación, sino en la constatación de que cada punto de inflexión en esta carrera temporal que nos lleva del Tío Pepe Una Palma, Dos, Tres y Cuatro Palmas tiene un por qué y una identidad digna de embotellar. 

Tío Pepe, una marca histórica de Jerez podría haberlo hecho con vinos menores, pero decidió echar toda la carne en el asador con esta gama de vinos. Tío Pepe Cuatro Palmas es un vino memorable, de los que dejan una muesca en la experiencia del catador. Su presencia aquí en el cielo de los vinos de 100 puntos es la constatación de que Jerez es capaz de dar algo único e inimitable al mundo del vino. Jerez es eterno, y vinos como éste Cuatro Palmas son la demostración viva de esta afirmación.

Homenatge a Josep Mata Capellades 2004

Recaredo ha demostrado con gran solvencia que con vejez también sabe trabajar. No es la única bodega que puede hacer vinos espumosos casi eternos. Esta bodega había conseguido hasta la fecha 4 vinos de 99 puntos. El primero en la Guía Peñín 2019 con su Recaredo Segona Plenitud 1996, cuando en la Guía Peñín 99 era la máxima puntuación. 

Su presencia aquí en el podio de los vinos inmortales ha sido indiscutible por su predominio cualitativo sobre el resto. Destaca en él su carácter local, muy catalán, su sensación herbal y seca, muy característica de los espumosos catalanes, pero con el envejecimiento sutil y elegante de los grandes vinos.

Este vino es el mejor ejemplo de por qué es tan importante la Recata que hacemos en Guía Peñín. O Raio da Vella fue escalando punto a punto, desde los 96 con los que empezó, hasta convertirse en uno de los mejores vinos del año. 

Peleó con soltura con sus semejantes, en la mesa de 96, luego en la de 97 y finalmente en la de 98, aguardando el veredicto final en la exclusivísima y reducida cata de los mejores vinos blancos del año, entre los que volvió a destacar. Se trata de un vino elaborado por Rodrigo Méndez (Forjas del Salnés) en el Valle del Salnés, responsable de algunos de los albariños más vibrantes y tensos de la zona.


Sorte O Soro 2023

El mejor godello de España es Sorte o Soro 2023, un blanco que lo tiene todo, mineralidad, salinidad, fuerza, tensión, profundidad y presumiblemente una gran capacidad de guarda. 

Este vino es fruto del tesón de Rafa Palacios, obsesionado por crear el mejor vino blanco de España, y del momento en que se dio cuenta de que los viñedos de godello que serpentean próximos al río Sil serían las herramientas ideales para conseguirlo. Sorte O Soro 2023 es redondo, sabroso y trasciende lo que es la propia variedad para convertirse en un gran vino blanco. Va más allá del carácter primario de la godello para buscar líneas mucho más profundas y de mayor calado cualitativo y argumental.

 

 

La sesión vermú de Alberto Lareo cierra el primer asalto de “Cocinando Santiago” a ritmo de DJ Black Vanilla

Eventos

Alberto Lareo


* El chef del Restaurante Maina protagonizará la tercera entrega del proyecto colaborativo que une a ocho referentes de la cocina compostelana de autor en torno al producto local ya la experiencia en directo.
* La cita será este domingo 8 de junio a partir de las 12:30 horas, una sesión vermú con tapas de máxima calidad, que oscilarán entre los 5 y 6 euros, y que estará amenizada por el DJ Black Vanilla de Beso Beach.
* La iniciativa “Cocinando Santiago”, impulsada por el Mercado Boanerges, regresará de nuevo en septiembre con los chefs Lucía Freitas de A Tafona, Tomás Rubio de A Viaxe y Gonzalo Pose de Argentino’s Burguer.

 

Santiago de Compostela, 3 de junio de 2025. Después del éxito de convocatoria de las dos primeras sesiones de tardeo con Iago Pazos de Abastos 2.0 y Brisa Medina y Carlos Insua de Benedita Elisa, “Cocinando Santiago” cambia de formato y apuesta, en esta ocasión, por la sesión vermú. El próximo domingo, 8 de junio a partir de las 12:30 horas, será el chef Alberto Lareo del restaurante Maina quien lidere una nueva entrega del proyecto gastronómico y colaborativo,
impulsado por el Mercado Boanerges, y que busca poner en valor la riqueza culinaria de Santiago hecha por y para los compostelanos.



“Cocinando Santiago” seguirá manteniendo en este nuevo horario de mediodía el espíritu de experiencia gastronómica con cocina en directo y tapas de autor a precios populares que oscilarán entre los 5 y 6 euros. La propuesta del restaurante Maina y Alberto Lareo para esta cita será: “Ensaladilla Clásica de Maina”, “Croquetas de Jamón Ibérico” y “Berenjena Asada,
Ahumada, Emulsiones y Brotes”. El Mercado Boanerges, de la mano de su chef Pablo Pizarro, ofrecerá dos tapas propias: “Gilda de Merluza y Emulsión de Ajada” y “Brioche de Tartar de Picaña con Mayonesa de Pimientos de Herbón”.

“Cocinando Santiago es una oportunidad increíble para cocinar para nuestros vecinos, compartir lo que hacemos en Maina y seguir fortaleciendo la cultura de la gastronomía local de calidad junto a compañeros que admiro”, apunta Alberto Lareo de Maina.



DJ BLACK VANILLA PONE EL RITMO A LA SESIÓN VERMÚ

 



Tras el debut de las DJ Sessions el pasado 8 de mayo con Benedita Elisa, y su asentamiento en el “BoTardeo” que todos los viernes y sábados a partir de las 19:30 horas tiene lugar en el Mercado Boanerges, el santiagués Black Vanilla, DJ residente en la cadena de clubes de playa Beso Beach, regresa a “Cocinando Santiago”. Animará esta sesión vermú con una propuesta
sonora que mezclará la electrónica suave, con el groove y los ritmos mediterráneos. Una combinación perfecta para acompañar esta jornada gastronómica, festiva y 100% compostelana.

Con este tercer asalto de “Cocinando Santiago” el proyecto colaborativo santiagués cierra su primer ciclo de primavera, consolidándose como una de las iniciativas gastronómicas referentes en Compostela. Esta fórmula que deja a un lado la competencia y fomenta la colaboración, el talento local y la cocina de calidad en directo, parece que ha calado entre el público de Santiago.

Un proyecto que busca devolver el protagonismo a la gastronomía compostelana de calidad frente a la creciente “turistificación” que sufre el sector en la capital gallega. “Desde el principio quisimos que Cocinando Santiago fuera más que un evento gastronómico: un movimiento local, una red entre cocineros y una invitación a redescubrir la ciudad a través de su cocina y su gente. El éxito de estas primeras citas confirma que vamos por buen camino”, afirma Adrián Acevedo, Responsable de Desarrollo de Negocio del Mercado Boanerges.

Tras la cita de este domingo y el consecuente parón veraniego, “Cocinando Santiago” regresará el próximo mes de septiembre con nuevas propuestas de altura. Serán las de la chef Estrella Michelin Lucía Freitas del restaurante A Tafona, Tomás Rubio del restaurante A Viaxe y Gonzalo Pose de Argentinos Burguer.

 

¿Qué es el farmwashing en el café de especialidad?

Alimentación

¿Qué es el farmwashing en el café de especialidad?
  • El farmwashing (lavado de fincas) desenmascara las falsas afirmaciones de los supermercados que promocionan productos como frescos o que benefician a los agricultores
  • En el café de especialidad, algunos se benefician de las historias de los caficultores, mientras les pagan salarios injustos
  • Los consumidores jóvenes no son ingenuos: el 80 % se replantea sus compras si hay malas críticas en redes sociales

Los supermercados de todo el mundo están aprovechando las poderosas imágenes y narrativas de los pequeños agricultores para explotar el creciente apetito de los consumidores por productos locales y de pequeña escala. Aunque este tipo de marketing puede resultar engañoso.

La expresión farmwhasing ha surgido para cuestionar estas prácticas. Denuncia las estrategias de marketing que presentan falsamente los productos como frescos o que apoyan a los pequeños agricultores. A medida que este problema cobra fuerza, los productores alzan la voz para exigir mayor transparencia y responsabilidad a los principales supermercados.

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Trabajador de finca de café

Una narrativa que no suele responder a la realidad

“La popularidad de los mercados de agricultores, los restaurantes ‘de la finca a la mesa’ y las ofertas de comercio directo demuestran que los consumidores valoran saber de dónde proceden sus alimentos y quién los ha cultivado”, explica la Dra. Janina Grabs, profesora adjunta de empresa y sociedad

Chefs de renombre como Gordon Ramsay llevan años promoviendo los restaurantes locales y destacando el valor de los productos de calidad de origen local, una iniciativa que beneficia a productores, restaurantes y consumidores. A pesar de eso, no todos comparten esta ética. Algunos supermercados han sido acusados de aprovecharse de las historias de los agricultores para engañar a los consumidores.

La finca orgánica Riverford, con sede en Reino Unido, se ha posicionado en contra de esta práctica acusando a los principales minoristas de emplear tácticas engañosas como el uso de marcas ficticias, etiquetas de bienestar imprecisas o el empleo estratégico de la bandera Union Jack para disfrazar como locales los productos importados. 

Estas tácticas, a menudo denominadas farmwashing, erosionan la confianza no solo en los supermercados, sino en todo el sistema alimentario.

A través de su campaña pública S.T.O.P. Farmwashing, Riverford pone de relieve las graves consecuencias de esta práctica: consumidores desinformados, precios bajos para los productores locales y cadenas de suministro opacas que facilitan el fraude y los daños al medioambiente. 

Su encuesta refleja la creciente frustración de los consumidores. El 74 % de los compradores exige mayor transparencia sobre el origen de los alimentos. A su vez, el 67 % expresa desconfianza al descubrir publicidad engañosa. 

Por su parte, una audaz carta escrita por agricultores a los supermercados británicos incluía una sentida “petición de integridad”, señalando que el 67 % de los agricultores teme ser excluido de la lista si denuncian las prácticas desleales de los supermercados.

Los efectos son enormes

El impacto del farmwashing va más allá del mero engaño al consumidor. Socava la integridad de cadenas de valor al crear un ambiente de sospecha que daña la confianza entre todas las partes interesadas del sector. 

Además, margina aún más a las pequeñas fincas familiares, reduciendo su capacidad para competir.

El problema no se limita a los supermercados. El sector del café se enfrenta a retos similares, ya que se utilizan valiosas imágenes y relatos de las fincas para promocionar las marcas de café, a menudo sin una compensación justa ni el reconocimiento de los caficultores que hay detrás de esas historias. 

El farmwashing, en todas sus formas, rebaja la autenticidad de estas industrias. Por eso, la transparencia y la responsabilidad son cruciales para restablecer la confianza de los consumidores y proteger a los productores.

Bolsas de café tostado

Café de especialidad, microlotes y el auge de las historias de fincas

En el café de especialidad, el auge de los microlotes y de las narrativas con nombre de fincas han transformado el sector. Se ha establecido una distinción marcada con el café comercial destinado al mercado masivo. 

Pioneros de la tercera ola como Intelligentsia, Counter Culture y Stumptown redefinieron el sector del café al dar prioridad a las relaciones directas con los caficultores, hacer hincapié en el abastecimiento sostenible y garantizar la trazabilidad de la calidad. Esto supuso un cambio significativo en la dependencia de los intermediarios tradicionales del café verde.

A medida que los pequeños y medianos tostadores buscaban cafés únicos y de alta calidad, surgió un movimiento paralelo entre los caficultores. Los productores empezaron a ofrecer microlotes distintivos, adaptados a la creciente demanda de los consumidores de café de origen ético y orientado a las relaciones. 

Esta sinergia entre tostadores y agricultores elevó la experiencia del café y fomentó una conexión más profunda entre el origen y la taza.

“Las empresas que se dedican al comercio directo y relacional del café suelen utilizar muy bien la narrativa para dar a conocer a los consumidores los agricultores con los que trabajan”, afirma Janina.

Las historias y las fotos tienen una capacidad única para conectar a los consumidores con los productores, forjando un vínculo emocional y estratégico. En el café de especialidad, contar historias es una baza poderosa. No solo impulsa primas más altas para los cafés de origen único en comparación con las mezclas, sino que fomenta la lealtad a la marca.

“Contar historias ayuda a los agricultores a construir su propia identidad de marca. Diferencia sus productos en un mercado competitivo y garantizando que puedan conseguir precios justos”, afirma Paulo Vischi, fundador y director de estrategia de Beconsulting

Aunque como bien señala la campaña S.T.O.P. Farmwashing de Riverford, el mismo poder que hace valiosa la narración de historias la vuelve vulnerable a la explotación. 

El farmwashing en la industria de la especialidad

A pesar de la imagen ética del sector del café de especialidad, la práctica del farmwashing persiste. El uso indebido de fotos de los agricultores, la tergiversación de las prácticas de abastecimiento y el exceso de romanticismo en las relaciones con los productores reciben críticas frecuentes tanto de los conocedores del sector como de los consumidores, que exigen cada vez más transparencia y responsabilidad.

En un entorno en el que las afirmaciones éticas son fundamentales para generar confianza, las marcas deben asegurarse de que sus historias son auténticas, no solo para mantener su credibilidad, sino para apoyar verdaderamente a los agricultores cuyas narrativas utilizan para conectar con los consumidores.

“También, podemos encontrar muchos ejemplos de empresas que utilizan las historias de determinados agricultores para presentar una imagen sostenible. Contrariamente, la mayoría del café que utilizan se compra en los mercados principales sin ningún conocimiento o vínculo directo con quienes lo cultivan”, afirma Janina. 

“Por tanto, este tipo de narrativa puede hacer un mal uso de la historia de los agricultores individuales (si no se les compensa por su uso) y dar a los consumidores una imagen falsa del café que compran”.

¿Qué se compra realmente?

En su estudio sobre el sector vinícola sudafricano, el economista Stefano Ponte subraya cómo las marcas explotan la imaginería y el simbolismo de las regiones productoras de café. 

“Un café vendido bajo la marca Kilimanjaro en Japón capitaliza el valor simbólico de la montaña de África Oriental y su forma fácilmente reconocible”, dice el estudio. “Si bien el propietario de la marca se beneficia de tal valor simbólico, los caficultores no necesariamente lo consiguen. A menos que se establezca un sistema de protección de la indicación geográfica Kilimanjaro”.

El problema se agrava por la ausencia de normas internacionales para gestionar la propiedad intelectual y la identidad de los agricultores. En consecuencia, quedan expuestos a la explotación.

La “paradoja del café” hace que los productores sean valorados principalmente por suministrar materias primas. Mientras tanto, las empresas elaboran narrativas en torno a su café para incrementar su valor. Esta dinámica plantea un reto importante a los productores: encontrar formas de crear y controlar la narrativa en torno a su café.

Las empresas que no colaboran con los productores de café aun así obtienen beneficios cultivando la lealtad a la marca mediante el uso de sus historias. A menudo se posicionan como defensores de la autenticidad mientras cosechan los beneficios económicos. 

Esto refleja la difícil situación de los agricultores británicos en el debate sobre el farmwashing. Los productores no se atreven a denunciar las prácticas engañosas por miedo a ser excluidos de la lista de compradores.

Recolectores de café

Transparencia y futuro del marketing ético

Con la creciente presión de las regulaciones gubernamentales y la mayor conciencia crítica de los consumidores, el sector del café empieza a sentir el impulso hacia una mayor responsabilidad. 

Iniciativas normativas como la Ley de Diligencia Debida en la Cadena de Suministro de la Unión Europea y el Reglamento de Deforestación (EUDR) imponen requisitos de trazabilidad más estrictos en todas las cadenas de suministro, señalando un cambio hacia prácticas más transparentes y responsables.

“Hay quien dice que la necesidad de georreferenciación introducida por la EUDR podría reforzar la capacidad de los agricultores para rastrear el destino de su café. Así, sería posible aprovechar esta transparencia para sus propios fines, incluida la propiedad de su marca”, afirma Janina.

“Un primer paso, aunque sea a nivel regional, son las indicaciones geográficas (IG). Con ellas los productores pueden proteger la imagen vinculada al origen de determinados productos”. 

Programas como el de indicaciones geográficas de Brasil, por ejemplo, pueden ayudar a proteger y promocionar a los productores de café. 

“Las IG ayudan a garantizar que solo el café, o cualquier producto agrícola, cultivado en una determinada región pueda comercializarse con el nombre de esa región”, dice Paulo. “El café Cerrado Mineiro está protegido como IG Denominación de Origen. Esto significa que solo puede etiquetarse como tal si se cultiva en la región de Cerrado Mineiro, Brasil”. 

El programa de Cerrado tiene la opción de incluir un código QR que los consumidores pueden escanear para ver los detalles sobre la procedencia del café.

A medida que las empresas cafeteras y los agricultores se unen, surgen nuevas soluciones basadas en el mercado, como el proyecto de narración de historias de la Universidad de Emory, donde los caficultores conservan la propiedad de sus relatos. 

Posibles formas de enfrentar esta problemática

Más allá de estos esfuerzos, las normas éticas del sector para la narración de historias podrían abordar la propiedad intelectual de los agricultores. Así, garantizarían que sus historias se utilicen con consentimiento y compensación. 

“En mi opinión, la trazabilidad y la transparencia son una condición necesaria, pero no suficiente, para que se produzca este cambio”, afirma Janina.

Para protegerse contra el farmwashing puede ser beneficioso que los agricultores se organicen en cooperativas o colectivos para hacer valer su fuerza y capacidad de negociación. 

“Pueden proteger sus historias formando alianzas sólidas con empresas que respeten sus orígenes y utilizando herramientas digitales como blockchain para la trazabilidad”, dice Paolo. 

“Además, las cooperativas pueden ayudar a amplificar su historia colectiva y garantizar que los beneficios se compartan de manera justa”.

Para las marcas, las relaciones transparentes con los productores no son solo éticas, sino estratégicas. En todo el mundo, la ciudadanía deposita su mayor confianza en la sociedad cuando el gobierno y las empresas colaboran para resolver problemas complejos.

Los consumidores actuales, especialmente la generación Z, exigen autenticidad y responsabilidad. Según un informe de Ogilvy, el 40 % de la generación Z está dispuesta a boicotear una marca, frente a un simple 16 % de los millennials. Además, el 80 % de los jóvenes ha admitido reconsiderar una compra tras encontrarse con noticias negativas en redes sociales. 

Son más propensos que cualquier otro grupo demográfico a abandonar marcas que hacen afirmaciones falsas, esgrimiendo su poder adquisitivo como herramienta de reforma.

Selección de café con malla

Conclusiones finales

Lo que Farms against Farmwashing revela al sector de los cafés de especialidad es que los consumidores esperan que las marcas cumplan sus promesas y se abstengan de eslóganes vacíos. Asimismo, destaca que la unión entre agricultores y consumidores permite exigir responsabilidades a las grandes marcas, ya sea haciendo valer sus derechos o eligiendo qué productos compran.

La futura lealtad a las marcas dependerá de su voluntad para adoptar un esfuerzo colaborativo en transparencia y autenticidad, especialmente en el relato de sus historias.

Fuente: Perfect Daily Green

¿Es realmente la paella el plato nacional, o lo es la tortilla de patata?

 Análisis con Polémica

Una imagen de la reina de las Tortillas Españolas: la de Betanzos, de fama universal. ¡Mmmmm!

Entremos directamente a discutir este peliagudo dilema. Si bien puede que la paella sea el plato mas conocido y reconocido internacionalmente de nuestra gastrononía, no creo que sea el plato nacional. Ya en su denominación declara su origen: Paella Valenciana.

En cambio la tortilla de patata lleva por nombre Tortilla Española, y ello es porque es el auténtico plato nacional, ya que en este país por cada paella que sale de los fogones, salen 10 Tortillas Españolas, y no es un tema de nacionalismo gastronómico, es un dato estadístico con asiento contable en la factura. Bien es cierto que hay campeonatos del mundo y nacional de paella y de tortilla, y que tanto uno como el otro mueven multitudes.

Si lo vemos desde el punto musical, nos encontramos que en Spotify hay una canción cantada por el Conjunto Yumuri con el título de La Paella, pero que poco tiene que con las cualidades del plato. En cambio desde hace unos días la Tortilla Española tiene su canción, con letra escrita por un servidor por cierto, y musicalizada mediante un programa de Inteligencia Artificial. Su título no podía ser otro que La cata de la Tortilla Española, y esta si que se explaya en las cualidades organolépticas de tan representativo plato. Aquí os dejo la riquísima canción, y que os aproveche.


Otra vertiente de la cuestión es el gusto del personal por uno u otro plato. Pero si analizamos la oferta, veremos que la paella está en la carta de muchos restaurantes, como la tortilla. En los bares y tabernas en cambio, la presencia de la tortilla en los mostradores de las barras gana por goleada. En los mercados super e hiper se encuentran en estantes refrigerados tortillas españolas de cebolla o chorizo, pero no paellas refrigeradas, entre otras cosas porque con un calentón en el micro-ondas la tortilla tiene un pase aceptable y la paella recalentada es un desastre siempre. 

También podemos decir que hay bocatas de tortilla, pero no de paella, pinchos de tortilla, pero no de paella, ya que no habría manera de colocarle el palillo al arroz. En las comidas camperas o playeras, la tortilla da mas juego y lo pone mas fácil que la paella.

 

Bien es verdad que al lado de las Paellas Valencianas gigantes, las Tortillas Españolas "gigantes" son mas bien tortillitas, pero es que a la Tortilla Española hay que darle la vuelta, y a la paella no.

Resumiendo: creo que hay mas razones, aunque no de mas peso, para concluir definitivamente que el plato nacional de España es la Tortilla Española, si bien nada nos impide disfrutar de un primer plato de rica Paella Valenciana dejando para segundo la Tortilla Española.

De la Fabada Asturiana, del Lacón con Grelos Gallego, del Gazpacho Andaluz, de las Migas Manchegas, de la Escudella Catalana, del Lechazo Castellano, del Marmitako Euskaldún, de las Papas Arrugás con Mojo Picón Canario, del Caldero Murciano, de la Chanfaina Extremeña, de los Callos a la Madrileña, y del Cocido Montañés Cántabro ni hablamos, ya quedaron eliminados en primera ronda en la final del Plato Nacional de España, a pesar de que todos son muy ricos y sabrosos.